Recientemente he tenido la ocasión de hacer varios viajes en ese transporte terrestre llamado AUTOBUS, o pequeño infierno según como se mire :).
La realidad es que,es un medio de transporte muchas veces demandado, sobre todo por los jovenes, y que llega a ser un amigo imprescindible cuando tienes que realizar traslados casi cada 15 días y mas en épocas de fiestas navideñas, es lo más low- cost que te puedes encontrar a mano.
Yo he experimentado sus "placeres" ya tres veces en este mes y creo que voy camino de una cuarta, por eso de que el hombre siempre choca dos, tres, cuatro o hasta cinco veces con la misma piedra.
La odisea de este viaje comienza, cuando te subes al autobus y has tenido la mala pata de no escoger ventanilla, y vas en un pasillo con medio cuerpo fuera del asiento, pues en tu inmensa bondad no quieres molestar a tu compañero de odisea, cuando en realidad es un grave error, pues ese inestimable compañero se ha tomado tu asiento, el suyo y parte de la ventanilla.
Una vez que te acomodas como puedes, comienzas a inspeccionar el terreno y es cuando te fijas en realidad en ese "compañero" de andadura, esto señores, es un mundo aparte, además de una lotería, o como diría Forrest Gump, "una caja de bombones", nunca sabes lo que te va a tocar; Entre estos personajes variopintos a mi me ha tocado una señora rumana que pretendía evangelizarme, ya que no se despegaba de su tan amada biblia, y que quería si o si que aprendiese a decir La Bañeza(pueblo de Castilla), en rumano, pues ella no paraba de hacerme preguntas y de señalarme en un papel este nombre, pero no había manera de que entendiese que aun nos quedaba unas cuantas horas juntas; De otro lado, un sobón que más que arrimarse, tocaba y tocaba con la excusa de no encontrar sus audifonos, de otro lado un personaje que no pisaba baño desde la era glaciar y cuyos ronquidos resonaban más en mi cabeza que la 5 Sinfonía de Beethoven o el AveMaria de Schubert o la música que en esos momentos escuchaba en mi mp3, todo era superado por sus estruendos.......Enfin lo dicho, toda una lotería...
Una vez que consigues habituarte a ese entorno inhóspito, comienza la fase de acomodarte como puedes tu mismo, para intentar conciliar el sueño lo cual no deja de ser una tarea forzada digna de cualquier discípulo de Hercules, yo nunca lo he conseguido, es cerrar los ojos y volverlos a abrir en cero coma.
Y asi cambiando de postura unas cien veces en 7 horas, llegas a tu destino, casi siempre de madrugada, con un termometro que baja de los o grados, sin dormir, con agujetas y con hambre, para enfrentarte a la gran ciudad, y atención porque si tardas más de 5 minutos en recoger tu equipaje,de ese almacen donde te tiran la maleta debajo del bus, el conductor te cierra la puerta en tus narices...Pero bueno aun así podriamos decir que es un trato personalizado :S.
La Odisea termina cuando llegas a tu casa, te abrigas, desayunas.....pero vuelve a empezar cuando te das cuenta que tienes media hora para comenzar tu jornada laboral....y asi sucesivamente....Pero señores, el amor lo puede todo y si esta es la única forma de encontrarme con los míos, nadie me lo impedirá, ni el bus...ni los compañeros de travesía, ni el frío....ni los ronquidos, ni el calor exagerado del infierno del bus...ni nada....
Me cierro la chaqueta, me pongo el ipod, deslizo la cortina y miro las estrellas. dejando volar mi espiritu aventurero....
Vive y se feliz ;).
La realidad es que,es un medio de transporte muchas veces demandado, sobre todo por los jovenes, y que llega a ser un amigo imprescindible cuando tienes que realizar traslados casi cada 15 días y mas en épocas de fiestas navideñas, es lo más low- cost que te puedes encontrar a mano.
Yo he experimentado sus "placeres" ya tres veces en este mes y creo que voy camino de una cuarta, por eso de que el hombre siempre choca dos, tres, cuatro o hasta cinco veces con la misma piedra.
La odisea de este viaje comienza, cuando te subes al autobus y has tenido la mala pata de no escoger ventanilla, y vas en un pasillo con medio cuerpo fuera del asiento, pues en tu inmensa bondad no quieres molestar a tu compañero de odisea, cuando en realidad es un grave error, pues ese inestimable compañero se ha tomado tu asiento, el suyo y parte de la ventanilla.
Una vez que te acomodas como puedes, comienzas a inspeccionar el terreno y es cuando te fijas en realidad en ese "compañero" de andadura, esto señores, es un mundo aparte, además de una lotería, o como diría Forrest Gump, "una caja de bombones", nunca sabes lo que te va a tocar; Entre estos personajes variopintos a mi me ha tocado una señora rumana que pretendía evangelizarme, ya que no se despegaba de su tan amada biblia, y que quería si o si que aprendiese a decir La Bañeza(pueblo de Castilla), en rumano, pues ella no paraba de hacerme preguntas y de señalarme en un papel este nombre, pero no había manera de que entendiese que aun nos quedaba unas cuantas horas juntas; De otro lado, un sobón que más que arrimarse, tocaba y tocaba con la excusa de no encontrar sus audifonos, de otro lado un personaje que no pisaba baño desde la era glaciar y cuyos ronquidos resonaban más en mi cabeza que la 5 Sinfonía de Beethoven o el AveMaria de Schubert o la música que en esos momentos escuchaba en mi mp3, todo era superado por sus estruendos.......Enfin lo dicho, toda una lotería...
Una vez que consigues habituarte a ese entorno inhóspito, comienza la fase de acomodarte como puedes tu mismo, para intentar conciliar el sueño lo cual no deja de ser una tarea forzada digna de cualquier discípulo de Hercules, yo nunca lo he conseguido, es cerrar los ojos y volverlos a abrir en cero coma.
Y asi cambiando de postura unas cien veces en 7 horas, llegas a tu destino, casi siempre de madrugada, con un termometro que baja de los o grados, sin dormir, con agujetas y con hambre, para enfrentarte a la gran ciudad, y atención porque si tardas más de 5 minutos en recoger tu equipaje,de ese almacen donde te tiran la maleta debajo del bus, el conductor te cierra la puerta en tus narices...Pero bueno aun así podriamos decir que es un trato personalizado :S.
La Odisea termina cuando llegas a tu casa, te abrigas, desayunas.....pero vuelve a empezar cuando te das cuenta que tienes media hora para comenzar tu jornada laboral....y asi sucesivamente....Pero señores, el amor lo puede todo y si esta es la única forma de encontrarme con los míos, nadie me lo impedirá, ni el bus...ni los compañeros de travesía, ni el frío....ni los ronquidos, ni el calor exagerado del infierno del bus...ni nada....
Me cierro la chaqueta, me pongo el ipod, deslizo la cortina y miro las estrellas. dejando volar mi espiritu aventurero....
Vive y se feliz ;).
