sábado, 30 de julio de 2011

Callejeando por Europa



Europa es un continente que te da muchas alternativas de viajes y a precios muy reducidos. Una forma muy interesante de conocer la mayor parte de sus países es hacer un interrail.

El interrail es un sistema de viaje en tren, en el cual durante una serie de días, vas visitando cada una de las más famosas capitales  europeas y donde puedes respirar por uno, dos o tres días un aire nuevo, un aire diferente cada vez. Caminas por las calles de Roma, paseas por el Puente de San Carlos, o te enamoras en la Torre Eiffel.

Cuando decidí hacer "mi" interrail tenía 23 años y estaba de Erasmus, la elección fue de la forma más curiosa; Estaba planeando un viaje con unos amigos y pensé....y porque no hacemos la mayor parte de... ¿¿¿¿Europa?¿¿¡¡¡¡.

Pues fuimos a la estación de trenes de Palermo y compramos un pase de dos zonas de interrail que incluía todos los países de Europa del Este y terminaba en Grecia.

Fue una experiencia increíble. Viajar en tren es algo maravilloso, te sientes tan libre, además, os confieso que los trenes del Este son todo una aventura, surrealista!. Cada vez que cogíamos un tren y nos entraba el revisor y nos decía "passport" tenías que reír, significaba que llegabas a un país nuevo y por tanto significaba diversión, historia, cultura.....

El primer lugar al que llegamos fue Croacia. Dubrovnik.......!dios¡ que ciudad tan estupenda, tiene el mérito de ser una de las ciudades medievales que mejor se conserva actualmente y os aseguro que es así. Existe una pequeña islita que se llama Lokum que es como una pequeña joya en medio del mar azul, me fui de allí con el firme propósito de volver y poder experimentar todo lo que el sur de Croacia puede aportarnos.

Visitamos muchos países y todos muy especiales. Acabamos en Grecia, frente a la Acrópolis, cuanta historia, cuanta energía....y finalmente vuelo a Roma, soñando en el Coliseum......


"Todo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo realidad" Julio Verne...(Imagina y tu mismo haz realidad tus sueños).


martes, 26 de julio de 2011

India es poesía




La primera vez que escuché hablar sobre la India, fue de boca de mi amiga Naty. Reconozco que cuando la vi a ella tan emocionada, no me invadía la misma sensación...¿India?...pues..., no sé...quizás más adelante, en mi "lista", tenía otros muchos destinos, pero India...de momento no lo veía como una opción.

Un año más tarde, Noelia, una amiga, me volvía a formular la misma pregunta....¿vienes a la India?...dos veces...ya me parecía necesario escuchar esa llamada, y como de costumbre, preparé mi espíritu y me lance a la aventura.

India....India...sería yo quien no podría dejar de repetir esas palabras...

Aterrizamos en Mumbai, una ciudad caótica, donde las sirenas de los taxis, sonando a cada rato, se mezclaban con el incienso, con los templos, con las playas abarrotadas de personas en la noche, con los jardines.....Mumbai una gran urbe, donde puedes observar tantos contrastes culturales que hasta dudas si estas en pleno Manhattan, en una ciudad árabe o en la gran metrópolis financiera india.

Los ojos de los niños y las sonrisas..."Las sonrisas de Bombay", llenaron mi corazón.

Tiempo después llegó Rajastán, el norte de ese gran país. El desierto, el "sahara" indio me esperaba, y parecía hablarme a través de sus gentes.El cielo...seguía dándome la bienvenida con sus estrellas.

Luego Puskhar, entrañable ciudad, donde no importaba de donde vinieses, en la mesa, argentinos, israelíes, cubanos, indios, alemanes, españoles, holandeses...todos, compartíamos una cerveza y algo más...mucho más..., mientras veíamos el sol ocultarse tras su lago.

La magia regresaba para llevarnos en volandas por cada uno de los maravillosos palacios en Jaipur, Jodhpur...los ojos parecían haberse ocultado tras un velo que de pronto, descendía muy despacio, para dejarte ver las maravillas...

Maravillas...oh! si!....la maravilla oculta...que de pronto, se abre paso ante ti...silenciosa..intima....pasional....misteriosa...exótica.....TAJ MAHAL.

Rozar tu cabello sobre sus muros, tocar suavemente cada parte del Taj Mahal, es renacer...Renaces y de pronto te invade un sentimiento extraño...a veces desconocido y que debes expresar, cierras los ojos e incluso sientes que el amor te toca los labios...pero se vuelve a ir, dejándote un sensación diferente, y recordándote,eso si, todo lo que por amor se es capaz de hacer, tienes ante ti la gran prueba de amor hecha tumba...pero una tumba eterna,... eternidad....la eternidad del amor, te rindes ante la belleza eterna....

Te quedas quieta, miras a tu alrededor y sientes FELICIDAD.

India te llena, te llena el alma...el espíritu te da las gracias y te dice: !Vuelve Pronto¡

"La poesía es el eco de la melodía del universo, en el corazón de todos los seres humanos"( Ranbindranath Tagore). India es poesía...

jueves, 21 de julio de 2011

Hong Kong. La ciudad que te hace soñar...

Todo comenzó una tarde de sábado en Barcelona. Me senté delante del ordenador y pensé...tengo días de vacaciones y ¿a donde me voy?...entré en un buscador y me recordé de una expresión cubana muy famosa que dice: "Fíjate si ha viajado que hasta a ido a Hong Kong" y me dije....pues a Hong Kong me voy....:).
Descolgué el teléfono y llamé a mi mejor amiga, y le dije, déjalo todo y vente a Asia conmigo, vamos a la ¡aventura!.

Dicho y hecho, en unos días nos encontramos en un avión de la cía. "Finnair" dirección Hong Kong.

Lo primero que recuerdo al bajar del avión, es el calor, la humedad propia del sudeste asiático nos estaba dando la bienvenida, !que maravilla!.

...y de pronto, la ciudad, la gran ciudad de Hong Kong, un escenario gigantesco que tantas veces había visto en las películas de Jackie Chan :). Sus colores me impresionaron, tantos carteles luminosos que incluso a las 5 am le daba vida a la ciudad, los mercados abarrotados de personas, en un movimiento incesante para comprar unas delicias chinas o un cuadro de Buda, allí en Temple Street todo se mezclaba.

Y nos dejamos llevar....caminamos y caminamos y en cada puerta observamos las ofrendas a sus dioses, dioses que no dejaban de llamarnos por cada pequeño templo por el que pasábamos, pero ya habíamos aceptado una invitación; la del Gran Buda, su casa es un paraíso en medio de un bellísimo valle,al cual llegas a través del teleférico más grande del mundo. Que paz...

Y de nuevo el desfile de rascacielos, esta vez visto desde una barquita que paseaba por la Victoria Harbour, con música de Sinatra de fondo, de un lado Sony, Philips,...del otro mi mejor amiga Naty con un café y ambas soñando...

Soñando con los delfines con los cuales navegaríamos en poco tiempo, por las islas, por todas las islas que bañan el mar chino.

El arroz tenía un sabor diferente, el té tenía otro aroma y con la sonrisa de los niños chinos jugando en la fuentes y los ancianos practicando tai-chi en los parques, nos despedimos, pero con muchísimas ganas de volver. La magia de Asia nos envolvió.

Los Samurais no luchaban, nos aplaudían con sonrisas a cada paso.

"Lo importante no es el destino, sino el viaje en sí mismo"(Confucio).


"El gran desierto del Sahara" 


Sentimos una brisa en nuestros ojos, es arena fina, arena que corre por tu cara y forma parte de tu piel, la hueles, la sientes; estás en el Sahara, un inmenso desierto que corre lentamente y sigiloso por las tierras del norte de Africa. La Primera vez que camine, o más bien monte sobre un camello y descendí por sus dunas, me sentí yo misma, libre y más acompañada que nunca, ¿quién ha dicho que el desierto sea símbolo de soledad?, podemos sentirnos mucho más solos en ciudades llenas de edificios y rascacielos...

Me encontraba en Tunez, país africano, rodeado en buena parte por tierrás desérticas. LLegamos en barco, como en tiempos remotos, surcando el Mediterráneo desde las tierras del antiguo Imperio Romano. Después de 10 horas de autobús, riéndonos  y compartiendo con las personas que bajaban y subían en cada parada de la geografía tunecina, llegamos a Douz. Era un pequeño y remoto pueblo al sur del país, conocido por ser "las puertas al desierto", la emoción me invadía,¡por fin!...Sahara,...Sahara,... Sahara, repetía mi corazón.

Era de noche y abrí los ojos, ante mí, un universo de estrellas, todo mi mundo se había convertido en una noche, o en las mil noches, nada oscura, iluminada por uno de los cielos más estrellados que jamás había visto en mi vida, y la brisa de la noche me abrigaba, cuánta magia...Inolvidable.

Me despertaste con una caricia de la mano del Sol. El sol que brilla impetuoso sobre tus tierras.

Cuando te dejé, algo de mí quedo en ti... 


"Si algún día tuviese que escoger una manera suave de dejar este mundo, andaría desnuda por el desierto" ( "Las Valquirias", Paulo Coelho).